Ingredientes:
– 500 gr de zanahorias
– 2-3 dientes de ajo
– 1/2 cucharada de comino
– 1/2 cucharada de orégano
– 1/2 cucharadita de pimentón
– vinagre
– agua de la cocción
– sal
– aceite de oliva
Preparación:
Despuntar y pelar las zanahorias.
Poner a cocer en agua con un poco de sal, justo hasta que estén lo suficientemente tiernas como para poder pincharlas, pero que no se deshagan. Tienen que crujir un poco al masticarlas. No es cuestión de hacerlas puré ;)
Mientras las zanahorias se cuecen, machacar en un mortero un aliño con sal, los dientes de ajo , el orégano, el comino y el pimentón.
Añadir el vinagre y un poco de agua de la cocción y mezclar bien todo en el mortero.
Retirar las zanahorias del agua y cortarlas en rodajas (con mucho cuidado), cuando aún están calientes.
Poner las rodajitas de zanahoria en un recipiente que tenga tapa. Agregarle un poco de aceite.
Seguidamente, verter el aliño del mortero sobre las zanahorias y mezclar bien. Al estar templadas, cogerán más el aroma y el sabor del aderezo.
Tapar y guardar en el frigorífico unas cuantas horas. Mejor si es de un día a otro.
Notas:
Una tapa de lo más típica en Cádiz :)
Bien fría es perfecta para picoteo, como las aceitunas.