The Way

Sólo compartir con vosotros un apunte sobre una película que he visto recientemente.

«The Way» (2010), dirigida por Emilio Estevez y con su padre Martin Sheen como protagonista, es una deliciosa película sobre un hombre que pierde a su hijo en el Camino de Santiago y cómo, haciendo el Camino, se encuentra a sí mismo.

Una historia inspiradora y hermosa, que nos recuerda que tenemos que dejar atrás los miedos si queremos vivir la vida plenamente y no limitarnos a extistir en este mundo.

Cómo llegué a saber de ella es un poco un misterio. Creo que la ví en la sección de senderismo en la librería Orrel Füssli. Supongo que al tratarse de una película con Martin Sheen y dirigida por su hijo Emilio Estevez, me decidí a pedirle a Luy que la bajara. No sabía que parte del protagonismo lo lleva precisamente el Camino de Santiago.

El viernes pasado, ante una tarde noche lluviosa, decidimos que era el mejor momento de verla. Y no nos decepcionó. Primero porque las interpretaciones de todos los actores son inmejorables… segundo, porque Luy me iba relatando, al mismo tiempo que recordaba cuando él mismo hizo el Camino de Santiago, cómo es esa experiencia, lo que te da, lo que te quita, y lo que eres y sientes una vez llegas a Muxía (porque la última parte siempre debería ser Muxía… :P)

La fotografía y la banda sonora es muy buena. Os la recomiendo!

 

El regreso

Como cada año por Navidad, hacemos honor al anuncio del turrón y volvemos a España a ver a la familia. No digo vuelta a casa, porque hace mucho tiempo que en España, al menos para mí, no está mi hogar. Cada vez que regreso siento exactamente lo mismo.

Nuestro amigo Zordor, se hacía esa pregunta recientemente. Yo, la respuesta, la tengo clara desde hace algunos años. España es donde viven mis amigos y mi familia, donde tengo mis recuerdos de infancia, juventud, colegio, instituto, universidad… pero mi hogar, está ahora en Suiza. Igual que antes de eso estuvo en Dublín o en Londres. Ahora que la casa está amueblada con cosas a nuestro gusto, elegidas y montadas por nosotros, se afianza aún más ese sentimiento.

Pero no quiere decir que cuando entro en casa de mi madre, en Cádiz, me sienta ajena a ella. Incluso después de las reformas que hizo hace tres años, me encuentro a mí misma buscando la mantita de sofá en la ya inexistente alacena donde las guardaba, o los polvorones en las puertas de un mueble, ahora ocupado por tres cajones.

Así es la mente y así juega con nosotros. Sigo buscando las cosas en los sitios que yo recuerdo. De la misma forma que al pasar por mi colegio, sigo mirando al patio y creyendo ver a mi «seño» vigilando nuestros juegos. O mirando por el balcón de casa de mi madre, buscando ver las naves de Astilleros Españoles y esperando ver a mi padre trabajando en algunas de ellas y saludándome con la mano a lo lejos.

Esos son recuerdos que no se borran fácilmente. Pero mi casa, mi hogar, el sitio donde me siento segura, feliz y tranquila, ese, es Suiza en este momento.

thalwil (de Luy, con el móvil)

Espero que por mucho tiempo.

 

Enriqueciendo la Navidad

Ya casi estamos pensando en los polvorones, ¿no? ;)

No voy a poneros fotos de ellos, ni siquiera una receta, más que nada porque no tengo ni idea de cómo se hacen, y muy fanática de los mantecados no soy, la verdad…

Os quiero enseñar la decoración que tengo puesta este año.

El año pasado me hice dos coronas de adviento naturales, una para la puerta y otra para dentro. Este año he hecho sólo una (para casa) y no es natural.

Las naturales son muy bonitas y tengo predilección por ellas… mi piel y mi nariz, no. :/

Era entrar en el salón y empezar a estornudar como una loca. También, el polvillo de las agujas de abeto se dispersaba por el aire y hacía que mi ya de por sí misma atópica piel, me picara aún más. Así que este año, mal que le pese a los suizos, que consideran que es mucho más ecológica la decoración navideña natural que algo de plástico, pues me fui al Bau+Hobby y compré algunas tonterías para adornar la casa y no morir en el intento.

Por supuesto que aproveché bastantes cosas del año pasado… :)

Navidad 1

La corona de Adviento está hecha con una de esas coronas de madera entrecruzadas, y una simple guirnalda de espumillón. Luego clavé las mismas velas del año pasado, de las que realmente sólo prendí una, y el resultado fue este:

Navidad 2

Para la entrada puse la estrella que me regaló mi amiga Lourdes, el icono de hospitalidad y un bonito ramo de flores, entre otras cosas:

Entrada

La novedad de este año es el árbol… Sí, lo habéis oído bien. Tras 8 años sin tenerlo, este año me lié la manta a la cabeza y hemos comprado uno.

La razón de no tenerlo antes era que, realmente, no tardábamos mucho en irnos de vacaciones, así que no disfrutábamos la decoración. Bueno, eso y que a mí me gustaba (me sigue gustando) recibir las felicitaciones de Navidad por vía postal, de tal manera, que felicitación que llegaba, felicitación que ponía como adorno con toda la ilusión del mundo. Pero se ve que la gente se ha vuelto muy digital para algunas cosas y ya casi no me llega ni una (y no entiendo por qué, porque para esto a mí me gusta ser analógica!)

Total, que entre unas cosas y otras, hemos puesto el árbol. Para decorarlo usé estrellas y bolitas pequeñas de las coronas del año pasado y compré las bolas doradas de cristal que véis aquí.

Navidad 3

La mamá de Luy, al ver la foto que le envié, me dijo que lo veía como muy pobre… digo yo que no sería por los casi 10 Chf que costó cada bola de cristal dorada (y son 8). Yo no acostumbro a poner muchos espumillones y mi árbol no lleva guirnalda de luces, que no tenía yo ganas de pasarme tres horas delante de ellas eligiendo.

Así que no sabía muy bien cómo «enriquecer» el árbol y que no estuviera tan pobre… :O

Entonces recordé, que este es el país del chocolate ¡y que aquí lo usan para todo!  xD

Con estos angelitos de Lindt, mi árbol dejaría de estar pobre, para, como dice Arguiñano, estar rico, rico…. :P

angelitos

Y si no se derriten antes, este año quitar la decoración de Navidad no va a ser nada traumático…. ;)

Navidad 4

Ahora mi dilema es si dejarlo así, o seguir enriqueciéndolo más…. :P

¿Cómo es vuestra decoración navideña?

Por cierto…. ¡FELIZ NAVIDAD! :D

 

Nara

Desde Tottori, regresamos de nuevo a Kyoto, la cual haríamos nuestra base para los siguientes días y las siguientes excursiones.

Nuestra primera visita una vez regresamos a Kyoto fue la ciudad de Nara. Tiene una gran cantidad de templos, pero nosotros nos centramos en el Todai-ji, que alberga uno de los Budas más grandes de Japón (sí, otro… :P).

En el camino al templo, nos íbamos encontrando con innumerables ciervos (o bambis, como yo los llamo)…

Bambis1

Bambis2

Había puestecitos para comprar una especie de galletas que les podías dar de comer, claro que comprarlas e intentar dárselas conllevaba sus riesgos. Para muestras, estos dos ejemplos:

Bambis3

Bambis4

En cuanto entramos a través de la enorme puerta del Todai-ji, vimos cantidad de gente dirigiéndose a la sala donde se encuentra el Gran Buda. Es imposible perdérselo. La verdad es que para la cantidad de gente que lo visita, el edificio (Daibutsu-den) es amplio y absorbe bien a los visitantes con lo que no notas que esté abarrotado  :)

Todai-ji 1

Todai-ji 2

Todai-ji 3

Todai-ji 4

Gran Buda 1

Gran Buda 2

Gran Buda 3

Allí mismo, Luy intentó pasar la prueba para alcanzar la iluminación. ;)

Se trataba de pasar por un hueco del tamaño del orificio de la nariz del Buda que había en una columna. Si lograbas pasar de un lado al otro se decía que alcanzarías la iluminación.

Luy no tuvo suerte en su intento… :(  Yo ni siquiera me lo planteé, prefería vivir en la ignorancia (no tiene nada que ver que le tuviera miedo a quedarme encallada en medio de la columna, cual clavo, sin poder salir :P).

De allí, fuimos subiendo hasta una especie de mirador. Creo recordar que era un mirador con un pequeño templo, pero no recuerdo el nombre. Las vistas desde allí, desde luego, merecían la pena.

Vistas

Vistas 2

Nos sentamos a descansar y a reflexionar lo que había supuesto este viaje para los dos, la de veces que lo habíamos intentado y tenido que cancelar por diversos motivos…

Vistas 3

y dimos las gracias de haberlo podido realizar esta vez. :)

Nos habían hablado también de otro templo, llamado Kasuga-taisha y de su camino con más de tres mil linternas de piedra, así que tras nuestra pausa….

Vistas 7

Vistas 6

Vistas 5

…. nos dirigimos hacia Kasuga-taisha. Y nos íbamos encontrando linternas de estas, por todo el camino…

Kasuga-taisha1

Kasuga-taisha2

Kasuga-taisha3

Kasuga-taisha4

A la salida también había linternas de piedra…

Kasuga-taisha6

Kasuga-taisha5

Cuando regresamos al centro de Nara, vimos otras cosas que nos llamaron la atención, como por ejemplo esta tapa de alcantarilla

Alcantarllia

O esta puerta de entrada de una casa particular…

puerta2

puerta

La verdad es que la visita nos gustó mucho y nos dejó un buen sabor de boca. Encima, en el camino de regreso a Kyoto, una señora nos regalo los tres origami que había estado haciendo en el tren, como ya os contara en este post…

Nos acostamos cansados pero felices… :)

 

Hiroshima

En el viaje desde Kyoto a Miyajima pasamos por Hiroshima. No hicimos noche en ella, sino que visitamos lo más creíamos más importante: básicamente el Monumento de la Paz, el A – Bomb Dome, como se le conoce en inglés.

A-Bomb Dome 1

A-Bomb Dome2

A-Bomb Dome3

No os puedo expresar con palabras la emoción que viví en el momento que mi mirada se cruzó con esa cúpula. Tenía las lágrimas a punto de salir, sólo de pensar lo que ese edificio representa… aquello que no debería volver a ocurrir, los errores de un pasado relativamente cercano que algunos parecen empeñados en repetir.

Es impresionante ver cómo era el edificio y cómo quedó tras el lanzamiento de la bomba atómica.

Antes:

A-Bomb Dome - Antes1

A-Bomb Dome - Antes2

 

Después:

A-Bomb Dome - Despues1

A-Bomb Dome - Despues2

Más impresionante aún era ver la improvisada exposición de testimonios recogidos por Mito Kosei, un superviviente de aquella tragedia. Nacido apenas 5 meses después de que la bomba cayera sobre Hiroshima, tuvo bastante suerte de sobrevivir. La mayoría de las mujeres embarazadas expuestas a los efectos de la radiación abortaron espontáneamente, o tuvieron hijos con malformaciones. Mito Kosei pasó gran parte de su infancia y juventud con enfermedades serias, pero las superó con la misma determinación que mostró su propia madre. Os aconsejo que paséis por su blog donde cuenta, en inglés, el testimonio de su familia.

Sé que el Sr. Kosei realiza visitas guiadas por la zona, aunque nosotros no realizamos ninguna con él, al estar de paso en la ciudad. Cuenta muchas historias que no son contadas en los museos o en los libros de historia. Porque sus narraciones son en primera persona.

«Forgive, but not forget» (Perdonar, pero no olvidar). Ese parece ser su lema.

Es lo que deberíamos meternos en la cabeza los humanos, para que esto no se vuelva a repetir jamás.

 

Si pudiera pasear contigo…

Hoy es 16 de Julio, día del Carmen. Tu cumpleaños, papá.

Esta fecha siempre estará ligada, en nuestra memoria, al calor. Ya te encargabas tú, año tras año, de recordarnos que el día que tú naciste hizo muuuuucho calor… como si se te hubiera grabado en la memoria nada más salir del vientre de la abuela…. :) Nosotros reíamos con tu ocurrencia… ahora desearíamos poder escucharla una y otra vez.

4 años ya… justo a una semana y un día de tu cumpleaños. Tanto tiempo parece y a la vez tan poco…

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Il mare mi ha sempre fatto compagnia, e spesso ho scelto di averlo accanto.

Come in questo incontro. Per il quale ho pregato. A lungo. In silenzio. Ho chiesto di avere ancora un po’ di tempo per me, per lui, sí insomma, un attimo ancora per noi. E giá so che comunque non ci basterá. E non sono certo di poterlo avere, di vedere esaudito il mio sogno impossibile. Sono andato oltre quello che ci é dato modo di chiedere, di ottenere, di poter semplicemente avere. Non é come quei di tanti desideri di vita che si possono faticosamente conquistare. É un sogno impossibile. É vero. Ma se non lo fosse, a cosa servono le preghiere?

[….]

Eccolo. Mio padre. Arriva da lontano, come sempre. Piú bello di sempre. Piú giovane, piú rilassato, piú tranquillo. Piú sorridente…

(La Passeggiata. Federico Moccia)

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¿Cómo es posible que un libro, tan pequeño, exprese tantas cosas…?

Passeggiata

 

Uno de tantos días…

Hoy miércoles, era uno de tantos días grises que estamos teniendo por aquí. Uno de esos días en los que me cuesta levantarme, desperezarme y empezar el ritmo de mi rutina.

Hace frío y no se nota, para nada, que estemos en primavera. No apetece salir a la calle, así que mejor quedarse en casa. Y lo hago. Veo la tele desde el sofá y hago algo de croché, que para eso estoy aprendiendo a base de vídeo en internet. Nada más reconfortante que sofá, tele y labores para abrigarse el alma.

Pero sigo inquieta. Algo no funciona… no sé el qué, pero no funciona.

Y mientras espero que Luy termine en el despacho de hacer algunas cosas del trabajo para empezar a cenar, abro mi correo por primera vez hoy. Y ahí está…

Como si algo no terminara de sincornizar con la vida tras el cambio de hora, me entero que mi tío, uno de los hermanos de padre, se ha marchado para siempre. Lo habían operado de un cáncer de colon hace unas semanas, y todo parecía ir tan bien… demasiado bien, quizá.

Una no está nunca preparada para esto, menos si está fuera. Aquí fuera, todo se magnifica, el tiempo se hace eterno, el mundo se te hace más grande.  En mi cabeza se agolpan, como si fuera ayer, los recuerdos de todo lo vivido cuando mi padre se marchó aquel 8 de Julio. Todo se revuelve por dentro como si fuera ese día. Y me doy cuenta de que es el segundo de los hermanos que se va… y duele. Duele ver partir a alguien que te recuerda tanto a tu padre; es como si él se fuera de nuevo.

Me quedo con la alegría de haberlo visto en febrero, antes de que lo operaran. Tan bien que parecía estar, a pesar de todo. Me quedo con eso, con saber que a él sí le pude dar un abrazo y un beso. Me quedo pensando que ahora mismo estarán los dos juntos allá arriba, reunidos hablando de sus cosas.

Aqui nos quedamos los demás, pensando en ellos, llevándolos en el corazón y orgullosos de haber compartido momentos de su vida.

Homeland  por Juan de Dios Marfil, 2010  («a esa persona que tiene que irse pero que siempre estará ahí aunque pasen los años«)