Hoy 22 de Marzo, es el Día Mundial del Agua. Sí, hay días para todo… estos de la ONU… jajaja.
Pero hoy os quiero hablar de cómo aportar nuestro granito de arena, para ayudar a que mucha gente, que no tiene la suerte de vivir en un sitio con el agua a mano, pueda disfrutar de este bien que da la vida. En sentido literal además.
Para empezar, algunas cifras.
– En todo el mundo, 748 millones de personas tienen serios problemas para acceder al agua limpia y potable.
– Más de 700 niños menores de cinco años mueren todos los días a causa de las diarrea dprovocadas por por las malas condiciones del agua, saneamiento e higiene.
– Unos 2,1 millones de personas viven sin agua potable en sus hogares.
– En 8 de cada 10 hogares de los que carecen de agua, las mujeres y niñas son las encargadas de recoger el agua. Se ven forzadas a recorrer larguísimos kilómetros en busca de agua, dejando para ello de ir a la escuela y estando en riesgo de sufrir violencia o muerte en el camino.
Todos los que residimos en Suiza tenemos, sin embargo, la suerte de disfrutar de una de las aguas más ricas y mejores de todo el planeta.
Es sabido que Suiza es país de agua: los lagos, ríos, saltos de agua, etc que posee este país así lo atestiguan. El hecho de que nuestra agua corriente, la que sale cuando abrimos el gifo de la cocina, sea de tan buena calidad nos enorgullece. En las calles de cada ciudad y cada pueblito de Suiza, disfrutamos de fuentes a cada pocos metros, con las que aplacar nuestra sed en los calurosísimos días de verano, hacer infinidad de fotos cuando se congelan o en las que rellenar nuestras botellas Sigg.

Nuestra agua viene del lago de Zürich o de las montañas de los Alpes… pero a veces, casi siempre diría yo, se nos olvida que un simple gesto como abrir un grifo, tan corriente y moliente para nosotros, supone un lujazo en otros lugares. Casi tanto lujazo o más como comprar un collar Cartier o un reloj Philip Patek en esas joyerías del final de la Bahnhofstrasse ;)
Recuerdo cómo hace años una amiga de la facultad, cuya familia había adoptado a un guapísimo niño de Guinea Ecuatorial, me hablaba sobre la alegría de su nuevo hermano al ver que dando a un interruptor había día (luz) o noche (se apagaba); y la risa y algarabía que le entró cuando al entrar en la cocina, vio a su nueva mamá abrir el grifo y salir de ella agua. Te da qué pensar…
Un día, habiendo quedado para almorzar con Zuriquesa, fuimos a un restaurante que participa en una campaña llamada «Drink and Donate».
Recuerdo que pedí el menú especial y de beber… agua. Hace años que no bebo carbonatados, siempre agua y me fijé que en la carta del restaurante había una que se llamaba «Züriwasser» o lo que es lo mismo: Agua de Zürich (no, no tiene nada que ver con el agua de Valencia o el agua de Sevilla, jajaja).
Yoli me comentó que en realidad se trataba agua de grifo, por la que pagabas 3 Chf, pero una parte de los beneficios iba a parar a proyectos solidarios de desarrollo en sitios donde el agua, precisamente, era escasa o de muy mala calidad. Total, yo iba a comer con agua, me daba igual si era de marca o de grifo…. así que elegí la de grifo y encima aporté un poquito a la sociedad. :)
El caso es que me quedé con la cosa de buscar la web y los proyectos, pero luego, todo se precipitó (carta de desalojo, búsqueda de casa, mudanza, etc) y se me olvidó.
Hoy he estado echando un vistazo en la red y por fín he leído de qué se trata.
«Drink and Donate» (Beber agua de grifo, Donar agua potable) es una iniciativa para concienciar a los suizos de que debemos cuidar ese recurso que es el agua y ayudar a hacer posible el acceso a agua potable limpia a otras personas menos afortunadas, con una pequeña donación.
La aportación en cuestión son apenas 3 Chf: 2 para el comercio asociado a la iniciativa (para pagar al personal que te va a servir el agua) y 1 para el proyecto solidario.
Si queréis más información, desempolvad el diccionario de alemán o haced uso de vuestro traductor online favorito, y echadle un vistazo y varias leídas a la web de Drink and Donate.
Tienen un listado de restaurantes, hoteles y conciertos asociados a la inciativa, así como explicación de los 3 proyectos, cada uno de ellos llevados a cabo por las organizaciones Helvetas, Skat Foundation y WaterKiosk Foundation.
Sé que alguno pensaréis…. «Ni loco pago por que me den en un restaurante agua de grifo!». Pues vale, eres muy libre de hacerlo así, si quieres. :) Este es un país libre afortunadamente.
Pero piensa que si lo que quieres beber es agua… ¿no es mejor unirte a una buena causa y pagar por agua de grifo con una buena finalidad, que darle el dinero a las grandes corporaciones alimenticias que sólo piensan en su beneficio? ;)
Yo lo tengo claro… allá donde vea el simbolito de Drink and Donate o el de ZH2O Züriwasser, allá que la pido.
Al menos dormiré un poquito más feliz esa noche. :)