Como cada año por Navidad, hacemos honor al anuncio del turrón y volvemos a España a ver a la familia. No digo vuelta a casa, porque hace mucho tiempo que en España, al menos para mí, no está mi hogar. Cada vez que regreso siento exactamente lo mismo.
Nuestro amigo Zordor, se hacía esa pregunta recientemente. Yo, la respuesta, la tengo clara desde hace algunos años. España es donde viven mis amigos y mi familia, donde tengo mis recuerdos de infancia, juventud, colegio, instituto, universidad… pero mi hogar, está ahora en Suiza. Igual que antes de eso estuvo en Dublín o en Londres. Ahora que la casa está amueblada con cosas a nuestro gusto, elegidas y montadas por nosotros, se afianza aún más ese sentimiento.
Pero no quiere decir que cuando entro en casa de mi madre, en Cádiz, me sienta ajena a ella. Incluso después de las reformas que hizo hace tres años, me encuentro a mí misma buscando la mantita de sofá en la ya inexistente alacena donde las guardaba, o los polvorones en las puertas de un mueble, ahora ocupado por tres cajones.
Así es la mente y así juega con nosotros. Sigo buscando las cosas en los sitios que yo recuerdo. De la misma forma que al pasar por mi colegio, sigo mirando al patio y creyendo ver a mi «seño» vigilando nuestros juegos. O mirando por el balcón de casa de mi madre, buscando ver las naves de Astilleros Españoles y esperando ver a mi padre trabajando en algunas de ellas y saludándome con la mano a lo lejos.
Esos son recuerdos que no se borran fácilmente. Pero mi casa, mi hogar, el sitio donde me siento segura, feliz y tranquila, ese, es Suiza en este momento.
(de Luy, con el móvil)
Espero que por mucho tiempo.
Yo todavía tengo el «sentimiento partío». Aunque salí de casa de mis padres a los 18, tan solo hace un año que vivo fuera de España, y cada vez que regreso a casa de mis padres, realmente regreso a «casa». Quizá sea por el olor, por los recuerdos o simplemente por nostalgia pero… ains… que morriña! :)
Quizá esa es la clave. En Madrid estamos en casa de los papis de Luy y en Cádiz, no nos quedamos en casa de mi madre.
El primer año me resultaba raro ir a Cádiz y no estar bajo el mismo techo de mi familia, pero supongo que ahora eso es lo que potencia el hecho de sentir Suiza (o DublÑn antes de eso) más como mi casa que Cádiz. Es como si en mi tierra fuera un poco extranjera. Como siempre digo: Cádiz me pertenece… yo a ella, ya no… ;)
A mi tambien me pasa lo mismo, mi hogar es donde estoy yo, con mi familia, la que he formado, no de la que procedo. Esa ya quedo atras. Y el gusto de estar en TU casa, entre TUS cosas… ese no me lo quita nadie :)
No obstante he de decir que en Salamanca tambien tenermos nuestra casa, a nuestro gusto, con nuestras cosas, pero aunque me siento muy comoda, donde hago mi vida es verdaderamente mi hogar.
Si has pasado por Madrid y no me has avisado tenemos un disgusto…