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Yo tenía un blog

Como Karen Blixen y su granja en África, yo tenía un blog al pie de las colinas del Uetliberg…. o algo así.

Aunque mi blog comenzó más bien en las orillas del río Thames, para pasar por el Liffey en aquel segundo salto de país. Teniendo en cuenta aquellos países, no yerro al decir que ha llovido mucho desde entonces y eso que se nota el calentamiento global y sus sequías.

El caso es que ha quedado un poco abandonado mi blog, como los kikuyu de Karen Blixen cuando ésta regresó a Dinamarca dejando atrás su granja de café.

Mucho no se me tiene que echar de menos cuando nadie de los que interactuaban con él ha preguntado. Ni siquiera el Sr. WordPress que interpelaba a mi querido Sopa de gansos. Tuve suerte en eso y no me ha atormentado estos años o en las esporádicas ocasiones en que he entrado a poner alguna recetilla (que es la única inspiración que me viene).

Ni siquiera tengo ya infinitos comentarios en cola de spam, cazados por Akismet. Eso dice mucho…. no me quiere ni la publicidad engañosa.

¿Qué ha pasado todo este tiempo? No sabría decir…. Aún intento ajustarme a los nuevos tiempos y a las nuevas modas, al desquerer de todos aquellos que en su día dieron vidilla a mi blog con sus comentarios y sus propios blogs. Han ido desapareciendo todos poco a poco como un barco en horizonte con bruma, tranquilamente, pausadamente, sin darse cuenta.

No es que mi vida estos años se haya encontrado en el «space between the spaces» que describiera mi medio melocotón en su propio blog, aunque sí que en mi caso siento que mis proyectos personales han estado parados y mi vida en suspenso, esperando a que todo vuelva a su ser, que fluya en otra dirección que no sean médicos (propios y ajenos), ansiedades y nubes negras en el pensamiento. Otra dirección que me haga colocar en su lugar a personas que una vez fueron algo y ahora son poco menos que nada, que no me duela su no-ausencia a pesar de todo. Un viento que lleve la proa de todos esos proyectos de costura, manualidades, estudios, etc a buen puerto…. aunque para eso quizá tendría primero que levar anclas, desplegar velas y soltar lastres, con una motivación que parece tan perdida como yo misma.

It’s my party and I cry if I want to…..

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Nueva dermatitis para la colección: dermatitis shiitake

Algunos ya sabéis que mi piel es atópica, así que de vez en cuando me dan brotes de dermatitis y eccemas con los que tengo que batallar. Gracias a Dios, y digo esto cruzando los dedos, hace tiempo que no me da ninguno fuerte; aunque sí es verdad que mi piel sufre siempre de sequedad y tengo que estar continuamente hidratándola, sobre todo las manos (por fregar los cacharros que no puedo meter en el lavavajillas, supongo).

El caso es que cuando observo puntos rojos o granitos en la piel ya me saltan las alarmas. Pero cuando la piel reacciona como si me hubiera fustigado con un látigo, pues es algo a lo que no estoy acostumbrada, jajaja.

Una tarde de principios de febrero, me noté unas marcas en la piel del cuello y escote, como si me hubiera rascado.

Me resultó extraño, porque no recordaba haberme rascado en esa zona durante la mañana, pero no le dí la menor importancia. – «Quizá es la costura del cuello de la camiseta que llevo» pensé… «En un par de horas, cuando me ponga el pijama se habrá quitado«.

Cuando me fui a poner el pijama, me di cuenta, que las marcas (como de arañazos o de latigazos) ya no estaban sólo en el cuello y escote, sino sobre todo en la espalda (en toooda su extensión: de izquierda a derecha y de arriba a abajo).

Me quedé un poco con cara a cuadros y con la mosca detrás de la oreja. :O Pero como no me picaba ni nada, pues me fui a dormir con la esperanza de despertar bien por la mañana.

Por supuesto, la cosa no había mejorado a la mañana siguiente. Estaba igual. Si acaso, me escocían un poco cuando me rozaba la ropa. Aunque picar, no picaba.

Con todo y con eso, llamé por la mañana temprano a mi doctora y pedí cita, que me dieron para esa tarde a las 14h.

Al verme mi doctora (santa paciencia tiene conmigo la buena señora), lo primero que me preguntó…. «¿Te pica la piel? Porque tienes marcas de haberte rascado por el escote y por toda la espalda«… Le dije que no, pero ella insistía en la pregunta. Cuando se aseguró de que yo decía la verdad (jajajaja) me miró detenidamente, intentando averiguar qué demonios era eso que me recorría el cuerpo. Me sacó sangre para ver si no fuera un herpes o la varicela…. pero los resultados fueron negativos.

Ante esa situación, pidió cita urgente para que me examinara un dermatólogo que hay en Thalwil. Esa misma tarde me tocaba ir de nuevo a las 17h a una consulta de dermatología. Mi primera vez, ¡chispas!… xD

El dermatólogo, un chico joven, pero no más joven yo, me volvió a examinar y me preguntó mi historial dermatológico. Le dije que mi piel tiene tendencia a la dermatitis atópica, pero que ya tengo experiencia en detectar yo misma los brotes y que hacía mucho que no me salía uno, porque me cuido mucho la piel. Además, que aquello no tenía aspecto en absoluto de dermatitis atópica.

A él le extrañaba tanto o más que a mí que el patrón que seguía el sarpullido fuera como de marcas de latigazos o arañazos. Me preguntó si me picaba; le dije que no, que más bien a estas alturas ya (llevaba unas 48h con el sarpullido) me escocía más que me picaba. Me preguntó también qué había comido estos últimos días. «Uhm… no sé… rösti, coliflor al horno con bechamel, gnocchi con shiitake, ensalada caprese de tomate y mozarella…. lo normal. Nada de huevos, nada de salsa…. no soy alérgica a ningún alimento, salvo por una intolerancia al kiwi que hace décadas que no como….«.

Para cuando yo terminé mi parrafada, tenía al dermatólogo sonriendo y con los ojos como platos diciendo… «Nooooo, no puede ser… no puede ser…. joer, qué suerte tengo!» .

¿Perdón?

No, disculpa… es que creo que lo que tienes… no puede ser… (se sonreía él solo). No… sí…. no puede ser… creo que lo que tienes es una dermatitis por shiitake….  es mi primer caso. Cuando estudiaba en la facultad, una compañera de clase que estaba de prácticas en una consulta, nos dijo que le había llegado un caso de una mujer que había comidos setas shiitake en un restaurante chino y al cabo de 24-48h le habían aparecido marcas como las tuyas. Pero yo, personalmente, en toda mi vida profesional, no había visto ningún caso. Estoy feliz, es la primera vez que lo veo… .

Hombre, yo encantada de haberle alegrado el día (pensé, qué digo el día, la semana…..), pero a mí no me alegra tener este sarpullido. Que menos mal que mi marido no es celoso, que si no iba a pensar que el amante había sido muy bruto…. jajajaja.

Nos miramos los dos y nos tuvimos que reir, claro… xD

Por lo que he visto en internet y en la wikipedia la dermatitis shiitake fue detectada por primera vez en 1977 (es casi tan vieja como yo, bueno igual de vieja que Luy). Hay más casos en China y Japón, obviamente, por ser estas setas originarias de esa zona. El primer caso detectado en el mundo occidental fue en 2006 en UK. Pero claro…. la gastronomía asiática se está poniendo de moda y está empezando a convivir en nuestro día a día occidental, así que se están extendiendo patologías de esos lares que para nosotros no son conocidas.

Básicamente se produce al comer cruda o poco hecha esta seta. Eso fue lo que me pasó a mí…. que me había hecho dos días antes un plato de gnocchi con shiitake, pero me pudo el hambre, así que no terminé de hacer bien las setas. Porque si no, no me lo explico: ya había hecho ese plato al menos en dos ocasiones más y no me había pasado nada; y somos de ir al restaurante chino de Thalwil o traernos la comida del chino a casa al menos una vez al mes…

Afortunadamente, en el 90% de los casos, se cura a la semana con un simple tratamiento por vía tópica. El dermatólogo, después de hacerme un book de fotos que ni a una modelo (le tenía que haber hecho pagar los royalties … Jajajaja) me puso un tratamiento de pomada de corticoides y pastillas de antihistamínico y efectivamente, a la semana ya no había ni rastro. Yupi!

Eso sí, al día siguiente de mi visita a su consulta, me llamó para explicarme que se había puesto en contacto con el Unispital (por lo visto son los especializados en este tipo de dermatitis) y que su recomendación era comer la próxima vez una porción muy, muy, muy pequeña de setas y muy bien cocinadas. Y que esperara unas 24-48 horas a ver cómo reaccionaba la piel (por cierto, recomendación que aún no he llevado a cabo, jajajaja).

Por si acaso, también me hizo recoger en consulta un kit de emergencia (contiene anthistamínico y corticoides en pastillas), por si voy al extranjero o como en algún restaurante chino. Lo tengo que portar conmigo siempre.

En fín, siempre me gustó coleccionar cosas…. pero cuando empezamos a coleccionar dermatitis, es que estoy hecha un canastito de chucherías…. xD

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¡Qué diferencia…!

Estaba yo tranquilamente sentada en mi sofá mientras veía un episodio de Miss Marple en la tele, cuando me timbraron a la puerta.

Como no estoy «hecha de más carne», pues lo primero que he pensado es que a lo mejor tenía la tele muy fuerte y estaba molestando a algún vecino…. aunque era improbable, porque yo soy de las de escuchar la tele muy bajita (para deseperación de Luy), precisamente por no querer hacer a otros lo que en su día yo sufrí…. ;)

El caso es que con este pensamiento en la mente, apago mi tele y me acerco a abrir a la puerta. Y entonces, me topo con un regalo…. ¿de Reyes Magos? ¿De San Nicolás?… xD

Lo siguiente que pensé es que mi amiga Enri o mi antigua vecina Pía (del piso anterior) al ir o venir del supermercado me había dejado algo en la puerta. Claro, eso tendría lógica si el paquete en cuestión sólo hubiera estado en mi puerta… pero luego me dí cuenta que los demás vecinos de mi corredor tenían un paquetito igual… jajaja.

El «paquetito» en cuestión….

Resulta que era un regalo de navidad de la agencia de este edificio.

Y aquí el contenido…

Por cierto, como nota curiosa, ese vino procede de la hacienda de Albano Carrisi…. sí, sí…. el Al Bano de Al Bano y Romina. ;)

Por si en la anterior foto no hubiera quedado claro qué era…..xD

Hubieran dado en el clavo si la botella de vino, en lugar de tinto (que no me gusta) hubiera sido de blanco…. pero aún así ha sido un detallazo.

Estoy poco acostumbrada a estas cosas, la verdad…. En el piso anterior, la agencia no daba ni mandaba nada…. ni las gracias.

Únicamente me dejaron este verano una minicajita de chocolates de la casa Merci (que están en mi opinión más bien malillos) en mi buzón como agradecimiento por dejarles pasar con los arquitectos que están encargados de hacer la famosa reforma del edificio…. y ni siquiera fue la agencia. Fue cosa de la dueña, porque fui de las únicas que no se negó a dejarles entrar en el piso (así de mal hicieron las cosas que la gente estaba muy molesta con todos ellos).

Sin duda, ha sido todo un detalle de nuestra agencia actual, aunque me dejan con una duda…. ¿Tengo que devolverles yo el detalle?.

Estoy muy pez en estas cosas. ¿Alguien ha estado en esta situación? ¿Algún consejo?

 

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Ya están aquí….

Una sabe que se está acercando la Pascua a este país, cuando empieza a ver aumentar los llamados «Picknick Eier» o huevos de picnic a las estanterías de los supermercados.

Y no es que durante el resto del año no los vendan, que es algo sin lo que el suizo de a pie creo que no podría sobrevivir jamás (jajajaja).

Pero es que conforme se va acercando la Pascua, proliferan de todos los colores imaginables. Casi tan típicos como los conejitos de chocolate Lindt… :P

¿Qué son los «Picknick Eier»? Pues muy sencillo. Se trata, ni más ni menos, que de huevos cocidos.

Así, como lo leéis. xD

Se ve que cocer un huevo (o dos o tres) es tarea difícil y los necesitan comprar ya directamente cocidos. Claro que éstos son coloreados según la época y las modas. Los de venta durante todo el año suelen ser de colores vibrantes y monocromáticos. Los de Pascua, varían según las modas y los gustos. Este año (y el pasado) se ve que se llevan los colores pastel metalizados. Jajaja.

Leyendo un poco sobre el tema, me he enterado que por lo visto es de lo más normal comprarlos para echarlos en la mochila cuando se van de senderismo, y que es el piquislabis (me gusta más ese palabro, más que snack) ideal para cuando te da el gusanillo en mitad de una de esas caminatas (junto con el chocolate y los frutos secos). En situaciones como esta, los suelen degustar echándole un sazonador (la marca Aromat es su favorita), que sabe exactamente igual que los cubitos de caldo Maggi… pero en polvillo.

También se pueden usar, cortados, en ensaladas. De repente me recuerdan a esos que yo tenía que pescar del container en mis tiempos del Pret a Manger… aunque los del Pret venían sin cáscara y en un cubito con líquido para que no se resecaran. Los jodíos se escurrían de lo lindo cuando me tocaba meterlos en el cortador de mozarellas, para preparar las ensaladas. (Qué tiempos aquellos….)

Una vez, decidí probar los «Picknick Eier» rellenos. Tenía antojo de huevos rellenos (que me encantan) pero no tenía tiempo material para ponerme a cocerlos, así que compré estos.

Craso error…. Me resultaron más sequerones, las yemas más duras e imposibles de triturar con tenedor y con un sabor un tanto raro. Y no es que estuvieran malos, pero es que como los recién cocidos, ningún otro para rellenar.

Sin embargo, me sigue pareciendo curioso cuando los veo proliferar en los supermercados, entre tanto conejito de chocolate, tanto molde de muffins y tanto verde pastel y amarillo de las decoraciones de Pascua… :)

¿Los conocíais? ¿Los habíais probado alguna vez?