Este fin de semana bajan drásticamente las temperaturas por estas tierras. Vamos a ir preparándonos para ello…
Ingredientes:
– 3 puerros
– 3 patatas pequeñitas
– 1 vaso de caldo de verdura (200 ml)
– 1 brick pequeño de nata (125 ml)
– aceite para sofreir
– sal
Preparación:
Empezamos poniendo un poco de aceite en una cacerola.
Mientras el aceite se calienta, limpiamos bien los puerros y los cortamos en rodajas. Pelamos las patatas y las troceamos.
Cuando el aceite haya calentado, echamos los puerros y los pochamos unos minutos, con cuidado de que no se peguen ni se quemen.
Una vez pasados esos minutos, se añaden las patatas troceadas y se rehogan también con cuidado.
Es el turno de añadir el caldo, el brick de nata y una pizca de sal. Removemos y tapamos, para que rompa a hervir. En cuanto empiece a hervir, bajamos el fuego y calculamos unos 20 minutos para que la patata se cueza.
Pasado ese tiempo, trituramos con la batidora directamente en la cacerola.
Rectificamos de sal y de espesor (añadiendo un poco de agua o caldo) a nuestro gusto. Se deja al fuego un par de minutos.
Notas:
A esta crema de puerro y patatas la llamaría vichyssoise si no fuera porque ésta última se degusta fría y suele llevar cebolleta o cebolla.
En realidad, al tomarla calentita, me ha recordado más a las sopas que solían poner en la cantina cuando trabajaba en Dublín.
Fría o caliente, está muy buena. Yo le puse un poquitito de pimienta negra recién molida por encima a la hora de comerla, pero ya sabéis que eso de las guarniciones depende del gusto de cada uno.
La próxima vez que la haga, cambiaré la nata por leche desnatada. Será más ligerita y no densará tanto.