Ingredientes:
– 500 gr de moras
– 250 gr de azúcar gelificante
– un chorreón de limón
Preparación:
Se trata de seguir los pasos de la receta de mermelada de albaricoque.
Lavamos y secamos cuidadosamente las moras.
Las pesamos y según el peso, añadimos la mitad de su peso en azúcar gelificante.
Portamos a ebullición unos 10 – 20 minutos, junto con el azúcar gelificante y el chorro de limón. Cuando la fruta esté empezando a ponerse blanda, la chafamos pacientemente con el dorso de la cuchara de madera, para que se deshaga. Las moras, se deshacen mejor que los albaricoques, así que no necesitaréis pasarla por la batidora.
Una vez estén bastante disueltas, se dejan cocer unos 30 – 40 minutos más, removiendo de vez en cuando con la cuchara de madera para que no se peguen.
Haced la prueba del papel de cocina con la gota, para ver el punto de solidificación. Recordad que si corre como una lágrima, es que tiene que cocer un poco más.
Una vez esté hecha, es el turno de verterla en los botes previamente esterilizados.
Se limpian los botes, se cierran fuertemente y se colocan boca abajo para que hagan vacío.
Notas:
Yo a esta segunda mermelada, la sometí a una segunda esterilización, para estar más segura.
Una vez que cerré bien el bote con la tapa, lo coloqué dentro de una cacerola con un trapo en el fondo. Llené de agua tibia hasta sobrepasar la tapa y lo porté a ebullición durante 20 – 30 minutos, vigilando que no se evaporara demasiada agua. Si esto ocurre, rellenar la cacerola con un poco más de agua hirviendo (hervida en kettle o en microondas, para que no se rompa la cadena de calor).
Con la de moras, la cuchara de madera se teñirá de rojo. Es normal. En realidad, si alguna mora del paquete está un poco más madura de lo que debería, os teñirá la cocina, las manos, el delantal, etc. xD