Ingredientes:

– Pan brioche o pan de torrijas

– 1/2 L. leche a temperatura ambiente

– 1 sobre de preparado para hacer flanes (tipo royal o flanín)

– Unas gotas de esencia de vainilla

– 2 huevos medianos (batidos)

– Aceite de girasol

– Azúcar moreno a la vainilla (para rebozar)

Preparación:

Mezclar la leche a temperatura ambiente con las gotas de esencia de vainilla y el sobre de flan.

Remojar las rebanadas de pan brioche en la mezcla y rebozar en el huevo. Pasarlas por la sartén con el aceite de girasol, dejarlas hacer unos minutos por cada lado. Cuando estén hechas, apartarlas en un plato con papel absorbente.

En mi caso, como no me gusta lo frito, le puse muy poco aceite de girasol, de tal manera que más que fritas, las torrijas se hacen como a la plancha. :)

Espolvorearles por encima con el azúcar moreno a la vainilla.

Notas:

Este año decidí hacer una nueva versión de las torrijas. Todo hay que decirlo, aún no las hemos probado.

En cuanto les metamos los bocados pertinentes, actualizo el post con el veredicto de Luy. (El mío no cuenta que siempre soy muy crítica con las novedades, jajaja).

ACTUALIZADO:

Pues no están mal. Nos las comimos entre el sábado y el domingo, así que ya no quedan ni las migajas, jaja.

El sabor de vainilla era sutil. A Luy le gustaron, pero a mí lo que no me convenció era la falta de enmelado. Acostumbrada al bañito de miel y vinito dulce, el «rebozado» en azúcar morena a la vainilla se me antojaba demasiado sequerón.

Pero como siempre he dicho, para gustos… las recetas de cocina! ;)