Ingredientes:
– 1/2 kg. de harina
– 100 gr. de azúcar glas
– 125 gr. de mantequilla
– 25 gr de levadura fresca
– una cucharadita de esencia de vainilla
– un pellizco de sal
– 200 ml de leche templada
– ralladura de naranja
Preparación:
Activar la levadura, desliéndola en un poco de leche templada.
En un bol grande, mezclar los ingredientes secos (harina, ralladura, azúcar glas, pizca de sal) para, seguidamente, añadir la mantequilla y la esencia de vainilla.
Mientras empezamos a amasar, agregamos la levadura y, poquito a poquito, la leche templada que la misma masa vaya pidiendo. Seguir amasando hasta que se absorba la leche.
Verter la masa en un bol limpio y seco y dejar fermentar durante unas cuantas horas. (Yo pensaba que con el calor y la poca humedad que hacía en mi casa, mi masa fermentaría en muy poco y me tardó 6 horas!! Oh!! ).
Una vez haya doblado tamaño, volcar la masa en una superficie de trabajo y golpearla para sacar el aire.
Formar brioches de unos 60 gr. aproximadamente con 8 gr para el caperucito de arriba. Éste se incrusta en el bollito habiendo hecho previamente en él un agujero, donde se pondrá el caperucito.
Ir colocándolos en una bandeja de horno con bastante separación entre ellos. Barnizar con huevo batido y esperar a que fermenten de nuevo hasta doblar tamaño.
Una vez hayan doblado tamaño, meter al horno durante unos 20 minutos, a 180 grados.
Notas:
Tras hacer la granita me quedé con las ganas de probarla acompañada con brioche. Así que ni corta ni perezosa, tras barajar algunas posibilidades por internet, me quedé con esta receta de La Zuccheriera. El mérito de la receta es totalmente suyo, ni qué decir tiene. Ella es la artista :).
Es la primera vez en mi vida que hago algo con levadura fresca. No me imaginaba que fuera a tardar tanto en fermentar…. :S. La próxima vez hago la masa por la tarde y la dejo fermentar toda la noche. Así al menos no desesperaría (me pasé todo el día con la nariz pegada al bol para comprobar si doblaba tamaño o no).
Esta la dejé fermentando desde la 13h hasta casi las 19.30h… claro, se me hizo tarde para fermentar los brioche ya formados. No me llegaron a doblar y eran las 21.45 h cuando los metí en el horno. (Recuerdo que en Suiza tenemos la regla de no hacer ruido después de las 22h… como para fregar cacharros a partir de esa hora… joooo).
Y aquí pongo una fotito de la granita con el brioche.
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