Después de casi un mes de vacaciones, entre idas y venidas a España y Suiza, no hay mucho que contar.
Nada más llegar a Madrid el primer día de vacaciones me pillé un catarro bien gracioso, que me tuvo mocosa y congestionada según el día.
Esta etapa del tiempo de asueto estuvo marcada por un mini-viajecito a La Granja de una noche para ver el palacio y sus jardines. La verdad es que los jardines y sus fuentes son preciosos, pero para apreciarlos en su totalidad y esplendor, creo que deberíamos volver en primavera, porque en invierno las fuentes están apagadas. Se diría que los jardines también lo están ;).
El resto de la estancia fue comida tras comida, como si fuera a ser nosotros a los que iban a sacrificar para la cena de Navidad. De verdad, que ya no estamos ninguno de los dos para este tipo de ágapes… :SÂ Y eso no se limitó a los días señalados en rojo en el calendario…
La estancia en Cádiz venía determinada por infinidad de cosas en mi agenda; cosas, de las que hice sólo una o dos. En fín, se me hizo corto el tiempo y casi no pude ver a toda la gente que quería ver.
Allí llevamos a mi madre a ver cómo bailan los caballos andaluces, con el pensamiento puesto en cuánto o más habría disfrutado mi padre con esas maravillas de cuatro patas. Pero aunque se hizo en ocasiones un nudo en la garganta durante el espectáculo, la verdad es que me hizo muy, muy feliz ver a mi madre tan ilusionada de ver en directo los jinetes, los carruajes, y cómo no, los caballos. :)
El último día de vacaciones en Cádiz fue dedicado a la boda de una gran amiga, y al día siguiente vuelta a Zí¼rich, que el lunes tenía clase de alemán y no quería desaprovecharlas.
Y si empecé las vacaciones con catarro, las terminé igual, o peor. Porque aterricé en la no muy fría Suiza (3 grados a mi llegada a las 22.30h), con 39.5 de fiebre. El camino a casa se me hizo eterno y en cuanto toqué la cama, caí rendida de puro cansancio del corre-corre de los días anteriores y de la fiebre. Al día siguiente estaba mucho mejor, debió ser el cansancio de unas vacaciones de las que tanto Luy como yo hemos venido más agotados si cabe.
Un par de días en Zí¼rich para comprobar que no nevaba, y de vuelta a Madrid a pasar el fin de semana con Luy, que se había quedado allí por motivos de curro.
Y regresamos el domingo 15. Luy a su trabajo en la oficina, yo al mío de la casa…. Lo dicho, sin novedad en el frente.
Y LA DESCRIPCIÓN SESUDA DEL MUSICAL PARA CUANDO? XD Vale, odio lo de las mayúsculas pero no pienso borrar la frase que con tanto cariño he escrito…
Muy bonitas las fotos de la granja !!!!