De repente, la primavera ha llegado a Londres. :)

Me parece increible descubrir cómo, en cuestión de dí­as, han aparecido las flores en los parques, jardines y plazas.
Es bonito pasear por las calles de Londres y ver el colorido, los distintos tamaños y variedades, los contrastes… y los puestos de flores se han multiplicado también!.

Se me alegra el alma de saber que hay tanta vida y tanto color. Mi abuela siempre decí­a que en una casa casa sin flores no habí­a alegrí­a. Ella tení­a, en la casa de nuestro campo, un patio entero lleno de macetas: geranios, margaritas, primaveras, begonias, calas, rosas, claveles, jazmí­n, colios, helechos, cactus, cintas, enredaderas, etc. Incluso árboles frutales y parras. Era alucinante verlos florecer… hasta les hablaba, para que crecieran mejor.
Mi madre también sigue esa lí­nea, aunque se tiene que ajustar al espacio que le deja el balcón (es más bien pequeñito) y el alféizar de las ventanas. Yo ahora tengo una plantita (heredada de mi amiga Elvira) a la que cariñosamente llamamos «Ser Vivo»….
Sí­, sí­… Luy cuidando de una planta… hasta le habla (a veces) XD

Llevamos dos dí­as de «calor» en Londres. Temperaturas de 20ºC – 23ºC. No está mal. Aunque con tanta humedad, a veces el calor es excesivo (quién dirí­a que esto lo dice una gaditana… jajaja). ;)

Al menos ha llegado el buen tiempo (veámos cuánto dura…) y las ganas de salir fuera de la ciudad, de excursión.
Próxima estación…. Bath!! ;)