Hace algún tiempo Luy y yo fuimos al Russian Winter Festival.
El evento servía para reunir a un montón de ciudadanos rusos y hacerlos disfrutar de su música, su cultura y su folklore. Ni que decir tiene que hubo baile, comida y, cómo no, vodka… (y cerveza, y brandy… en fín, son rusos y encima están en Inglaterra…XD).
(Aviso para Zordor: ahora hago mención a mi parte religiosa…)
Yo que soy como soy, recodé que los rusos son todos unos maestros en el arte de la iconografía, y pensé que si había algún icono interesante y no muy caro, lo podría adquirir. Cosas interesantes había, por ejemplo como mi icono favorito sobre la resurreción: «El descenceso de Jesús a los infiernos», en el que se ve cómo con la muerte de Jesús en la cruz, son perdonados los pecados de todos, y por eso baja a rescatar a Adán y Eva.
Lo único malo es que era carísimo… :( . De hecho las miniaturas eran lo más barato y costaban 50 libras (es decir, unos 75 euritos de nada).
Había en ese puestecito gente amontonada en torno a un candelabro:
Luego descubrimos que tenían la extraña costumbre de pasar por el calor de las velitas del candelabro un trozo de pan (parecido a una oblea), que luego comían. No preguntéis por qué lo hacían, porque no tengo ni la más remota idea… :S
Pero la razón de todo esto es, que he encontrado la foto definitiva de lo que hay dentro de la última muñeca de las matrioskas…. He aquí la prueba:
Ay, cada vez quedan menos misterios sin resolver…..! ;)