Maní­as inglesas

Ahora que llevo unos cuantos meses (ya va para cinco… madre mí­a cómo pasa el tiempo) en estas tierras de la pérfida albión, me voy dando cuenta de que no es oro todo lo que reluce.
No sé por qué, tení­a la idea de que el pueblo inglés era de una manera un tanto distinta de como compruebo ahora que es en realidad. Supongo que esas falsas ideas me vienen dadas por las profesoras de inglés de mis años de educación escolar, que claro, se pasaban todo el tiempo alabando la cultura del paí­s que les da de comer.

Tení­a la idea de que el pueblo ingles es gentil y educado por naturaleza y por tradición. FALSO. Cuando llegas aquí­ te das cuenta de que bajo su habitual «sorry», subyace una falta de respeto hacia los demás un tanto desmesurada. ¿Qué más me da si detrás de tu «sorry» a modo de excusa, me estás incordiando continuamente en la cola del supermercado, me empujas en la del cine o no me dejas salir en mi parada de autobús?.

Con la limpieza tampoco andan muy generosos. De sabidurí­a (y qué gran sabidurí­a por cierto!) popular es ese dicho que reza: «No es más limpio quien más limpia, sino quien menos ensucia». No es en absoluto cierto que no se vea un papel en la calle… se ven, y a veces en grandes cantidades. Lo que pasa es que tienen unos equipos de limpieza que trabajan las 24 horas del dí­a, para que aquello no se desmadre. En los autobuses, sobre todo esos que cojo cuando regreso del curso de ingles a las 21’30h, puedo toparme en el suelo con vasos de papel de refrescos, cáscaras de fruta, cajas de hamburguesas o salchichas… un asco, vamos. Y eso en el suelo, que en ocasiones te quedas de pie por no sentarte en los asientos de lo llenos de basura que los dejan….

La legendaria puntualidad británica es más bien eso, leyenda…. leyenda urbana, quiero decir. Mi amiga Elvira llamó en varias ocasiones durante la misma semana a su casero para que viniera a mirar la calefacción que se les habí­a estropeado. El casero dijo que irí­a alrededor de las 20 h, hora en la que podrí­a haber pillado a todas las habitantes de la casa…. Se presentó al final a las 00’30h!! Sí­, sí­, de la noche… y no es que lo haya hecho una vez; lo ha hecho varias…

Lo que sí­ es cierto es la fama de las «lagartas» inglesas… incluso en e más crudo de los dí­as invernales, con temperaturas que rondan los 0ºC (a veces incluso menos), una humedad que te cala absolutamente todos y cada uno de los huesos, un viento que te corta la respiración de los frí­o que sopla… incluso cuando llueve, te las puedes ver paseandose con sus sandalias de verano (tiras, dedos fuera y tacón altí­simo), sus minifaldas, algunas sin medias, y sus camisetas de tirantes o mangas cortas… No es que no sientan frí­o, no… es que ya lo dice la canción :»Antes muerta (de frí­o) que sencilla…«.

Es una sociedad cerrada y racista. Bajo el velo de la ironí­a y el cinismo que caracteriza al humor inglés, descubro a veces una oleada de xenofobia muy bien disfrazada entre la población blanca… no así­ entre la hindú y la negra. He visto auténticas peleas entre miembros de estas dos últimas comunidades por tonterí­as: un niño hindú que se confunde y va detrás de una señora negra pensando que es su madre (y ésta creyendo que el niño querí­a robarle), un chico negro que la emprende a empujones porque en un chico hindú de su misma edad pasó por su lado sin pedirle perdón por haberle apartado para poder entrar en el bus…

¿Qué tipo de sociedad es esta? Hipócrita, falsa, arrogante, esconden toda la miseria que ocultan en su interior bajo un halo de cinismo y de soberbia.

No digo que no tengan cosas buenas, ni que los de otras culturas seamos mejores que ellos. No es ese mi modo de sentir.

Pero sí­ que las ideas que tení­a sobre ellos son falsas. ¿Quizá entendí­ mal las lecciones de inglés cuando era una niña? ¿O puede que sean mis profes las que no supieron adaptarse a los cambios de esta sociedad y seguí­an enseñando los conceptos y valores de una época esplendor inglesa ya pasada?. En cualquier caso es una desilusión comprobar que tantos años de evolución y de apertura a los demás, no han servido de nada.
El caso inglés no es más que un ejemplo. Seguimos siendo Neanderthales, cazurros. Nos seguimos peleando por lo mismo, y nos seguimos sintiendo envidiosos de las mismas cosas que en la antigí¼edad…

Pero en fí­n, al fin y al cabo solo son las reflexiones de una loca que se pone a escribir a las 00h de la noche. ;)
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P.D.: como ejercicio literario no me ha salido muy mal, no? Al menos mejor de lo que yo pensaba… ;) jajajaja
Hala, ya dejo de daros la vara. El próximo post prometo que será más liviano…. :P

Un pensamiento en “Maní­as inglesas

  1. Una de las cosas de las que se sienten orgullosos es de ser ingleses, pero como bien he visto, creo que esta frase deja muy claro que es ser ingles.

    —-

    One of the British national daily newspapers is asking readers «what it means to be British?». This is one from a chap in Switzerland …

    «Being British is about driving in a German car to an Irish pub for a Belgian beer, then travelling home, grabbing an Indian curry or a Turkish kebab on the way, to sit on Swedish furniture and watch American shows on a Japanese TV. And the most British thing of all? Suspicion of anything foreign «.

    —-

    «Ser ingles es conducir un coche aleman a un pub irlandes para tomar una cerveza belga, en el camino a casa comprar curri indio o un kebab turco para llevar, sentarse enfrente de unos muebles suecos y ver peliculas americanas en una televisión japonesa. Y lo mas britanico de todo.. probablemente sera algo extranjero»

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