Nunca es tarde si la dicha es buena… eso dicen. Y yo, lo de tarde, suelo cumplirlo a rajatabla, jajaja.
Hace casi tres años (lo harán el próximo marzo) engañé pedí a Luy que me acompañara al Lidl para ayudarme a transportar una Overlock o máquina remalladora que tenían de oferta. Normalmente, este tipo de productos de oferta vuelan, porque los ponen a muy buen precio.
Mi rellamadora costaba 177 Chf, cuando su precio habitualmente oscila entre los 250 Chf y los 360 Chf dependiendo del sitio donde mires. No es de extrañar que con ese precio, haya tortas por llevársela cuando la ponen de promoción. Porque además es de la casa Singer. Conste que yo soy de las que opina que Singer ha bajado mucho su calidad en los últimos años y que vive más de la fama de tiempos pasados (opinión personal), pero con todo y con eso, tampoco voy a ponerme exquisita pidiendo a los de Lidl que me vendan por ese precio una remalladora de mi casa favorita, Brother… xD Además, mejor una Singer que una marca güashisnai ;)
Como digo, tengo mi remalladora desde el 2017…. metida en su cajita. La pobre ha vivido hasta una mudanza sin salir para nada de la caja, hasta hace apenas unos días. ¿El motivo? Dejadez, supongo… o pocas ganas de empezar nada nuevo (el cambio de casa lo llevé mal, para que engañarnos).
Hice un intento de sacar la remalladora allá por septiembre de 2019, pero se quedó en intento… Sacarla, la saqué de su escondite y pude comprobar que venía enhebrada, pero sin bobinas (mal empezamos), que es mucho más pequeña de lo que pensaba (tiene más caja y protección de poriexpán que otra cosa) y unas bonitas chuponas que la pegan de lo lindo a la mesa, jajaja. Además venía con un trapito que supongo sería la prueba de ellos de que funcionaba.
Luego abrí el cuerpo y me dieron los siete males. Creo que no estaba preparada mentalmente para tanta guía de enhebrado. Sobre todo porque las instrucciones venían en todos los idiomas posibles, menos en español. Y sí, vale, tuve suerte de que en este país vinieran las instrucciones en inglés, además de francés, alemán e italiano…. pero para probar cosas nuevas de costureo, prefiero el español, jajaja.
Total, que tal como la saqué, la volví a guardar; hasta hace escasos tres o cuatro días. Solucioné lo de las instrucciones buscando por internet, y dí con el PDF en español de la casa Singer. Eso fue fácil.
Ya no podía dilatarlo más y, por qué negarlo, me picaba la curiosidad de comprobar si efectivamente era tan jodida de enhebrar como había leído por ahí. Al abrirle el cuerpo, me volvieron a dar los siete males y empecé a llamarla «La Bestia», de puro miedo :D
La Bestia viene con una cuchilla la mar de bonita que corta y pule la tela una vez remallada, así que me daba un poco de respeto eso de tener que enhebrar por esa zona. Para empezar, cada guía de hilo lo marcan con un color, en total cuatro: naranja, amarillo, verde y azul. Y se enhebran en ese orden. Para ayudarte a enhebrar por algunas guías se incluye unas pinzas, que se supone que yo debería haber usado… al final, me di cuenta que me era más rápido enhebrar sin pinzas que con ellas, así que apenas las usé.
En realidad, no es tan difícil como parece; eso sí, hasta que no se empecé a remallar (una tela de toalla vieja que tenía por ahí rulando) no tenía ni idea de si había tenido éxito en mi contienda contra La Bestia o si, por el contrario, ganaría ella atorándose los hilos o rompiendo alguna de las dos agujas que lleva.
Pero resulté vencedora yo, cual San Jorge con el dragón (me surge la duda… ¿cómo se llamaba el dragón? ¿tendría nombre, el pobre?).
Aquí los restos que son cortados con la dichosa cuchilla….
Supongo que ahora es cuestión de usarla, jajaja… que esa es otra. De momento ya tengo pensado un proyecto de remallado con una tela que se dehilacha de lo lindo y le vendría prefecta. Lo de probar a hacer los distintos bordillos, y dobladillos que se puede hacer con La Bestia, ya lo dejo para más adelante.
No sería yo si no me tomara mi tiempo en hacer las cosas, jajaja.