Ingredientes:
– 3 o 4 filetes de cerdo (dependiendo del tamaño)
– 185 ml de nata
– un chorreón de vino dulce
– media pastilla de caldo de ave
– Pimienta negra recién molida
– una pizca de sal
– granos de pimienta (de colores variados)
Preparación:
En una sartén caliente, dorar un poco los filetes de cerdo a los que habremos salpimentado previamente. Retirar a un plato, una vez que estén hechos.
En la misma sartén donde se hicieron los filetes, echar el chorreoncito de vino dulce y rascar con una cuchara de madera el fondo. Una vez que el vino haya reducido, añadir los granos de pimienta, la media pastilla de caldo y la nata.
Ir removiendo con la cuchara de madera a fuego medio alto hasta que espese. Probar de sal y añadir un poco de pimienta negra recién molida (muy poco).
Devolver los filetes de cerdo a la sartén con la salsa de pimienta y dejar hacer unos minutillos más (esta vez a fuego medio bajo), para que coja el saborcito de la salsa.
Notas:
La clásica salsa a la pimienta, pero sin la base de coñac.
Imprescindible una buena rebanada de pan (opinión de Luy).
Viendo que en mis recetas saladas abundan en su mayoría las verduras, hay quienes me preguntan si no como carne ni pescado. Éste último, poco (sobre todo al precio de aquí), pero comer carne sí que como: pollo, pavo y cerdo. No me gusta el conejo, la ternera, el cordero… nada de eso.
Llevaba tiempo detrás de tener escrita esta receta, que la tengo almacenada en el disco duro de mi cabeza y, ya se sabe, la edad empieza a hacer estragos, jajaja. Así que así la dejo escrita en el blog, la puedo consultar yo y también vosotros.
Uhm… ahora que lo pienso, esta salsa tiene que estar de muerte sobre unas patatas al horno con tomillo.
Mmmm, que hambre!!! Yo no tenía que haber visto esto a esta hora, maldito régimen!! ;-)
Jajaja. Algo de carne de vez en cuando viene bien… no sea que te pilles una anemia como yo ;)