La misma tarde del día en que llegamos a Mérida, y tras haber caminado un buen rato viendo cosas, decidimos visitar el Anfiteatro y el Teatro romanos.
El anfiteatro era el lugar donde luchaban los gladiadores. Si habéis visto la película de Russel Crowe creo que ya os hacéis una idea de a lo que me refiero. ;)
Esta era la entrada al Anfiteatro.
Y esta la arena donde luchaban los gladiadores. La verdad es que impresionaba. Imagináos aquello llenos de miles de romanos jaleando, gritando, aplaudiendo… debía ser para quitar el hipo.
Justo al ladito del anfiteatro, se encuentra el Teatro. Aún hoy en funcionamiento, con uno de los festivales de treatro clásico más importantes de Europa, para mí fue muy emocionante cruzar su entrada y ver la pilastra de columnas y estatuas que son tan caracterísiticas en su escenario.
Precioso, ¿verdad? :)
Estuvimos merodeando por allí un buen rato. Luego estuvimos dando una vuelta por más sitios de Mérida capital y finalmente nos venció el cansancio y el hambre. Cenamos algo en un bar de los de la Plaza de España, cerca de nuestro hotel, y nos fuimos a la cama, que el día siguiente queríamos ver un par de cosas más antes de emprender la segunda parte del viaje en coche hacia Cádiz.
En concreto, lo que queríamos ver era el Museo Nacional de Arte Romano…
la Basílica de Santa Eulalia y su cripta…
y el acueducto de los Milagros…
Y eso fue todo sobre nuestra excursión a Mérida.
Os dejo con la foto del mapita que creamos para ver las cosas.
Como podéis ver, todo está muy cerca, y se llega fácilmente a pie. Así que si aún no la habéis visitado y tenéis ocasión de visitar Mérida, hacedlo, que no os va a defraudar… :)