La bolsa que teníamos en casa para guardar las cremas y cepillos para limpiar zapatos, estaba ya hecha una pena. La tela se había deshilachado y los hilachos se habían incrustado en la cremallera, lo que dificultaba la tarea de poder abrirla entera. Siempre me dejaba la mano arañada de los dientes de la cremallera.
Necesitaba un cambio urgente. Dicho y hecho. :)
Ayer, me vino la inspiración gracias a un libro que me regaló mi amiga Enri hace un año o dos. El libro en cuestión, «Bolsos de tela con diseños fantásticos», es de la alemana Miriam Dornemann y en español lo edita la Editorial El Drac, S.L.
Encontré un modelo de neceser que parecía bastante sencillo de hacer y con las dimensiones justas que andaba buscando (22 cm x 16 cm x 7 cm). Lo único en lo que tardé más, fue en poner la cremallera. Básicamente no entendía las instrucciones, y eso que era en español… :PÂ Â En mi vida he puesto una; esta ha sido la primera, así que tiene sus fallos y no es totalmente perfecta como debería ser… pero tampoco voy a ser tan tiquismiquis :)
Usé restos de tela que tenía por casa y la cremallera de unos pantalones de chándal de Luy que le corté hace tiempo. Tuve suerte de que medía exactamente lo mismo de lo que necesitaba y no tuve que salir a comprar una :)
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Como siempre, se me olvidó coserle la etiqueta (quería hacerlo en el lateral, a modo de enganche), pero bueno, la puse como «tirador» de la cremallera, jajaja.
Por cierto, recomiendo que le echéis un vistazo a la página web de Miriam Dornemann. Está en alemán e inglés, aunque incluye opción de traducción a otros idiomas en la barra lateral. Tiene unas cosas chulísimas! :)
Te ha quedado «super-apañá»!! :)
Chulisimo!!!
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