Llevo un par de semanas de esas «tranquilas». No tengo mucho que contar, la verdad.
Sigo, como siempre, mirando ofertas por internet, sigo recibiendo alguna que otra llamada de agencias de selección que al final no termina de cuajar, sigo en plan «casalinga» (ama de casa suena mejor en italiano..), cruzando los dedos para no tener que ponerme los tapones en las orejas, mirando el cielo como si eso fuera un conjuro mágico que hiciera desaparecer la lluvia, esperando que en mi buzón aparezca esa tan ansiada carta diciendo que ya tengo PPS number (y con ello, la posibilidad remota de que logre abrir una cuenta bancaria en Irlanda)
Al menos ya tengo la tarjeta del cine; tarifa plana en el cine, lo llamaría yo más bien. Pagando un cantidad al mes, se puede entrar todas las veces que quieras al cine, y teniendo en cuenta de que la entrada normal cuesta 9,70 Euros, amortizas la dichosa tarjetita con sólo que vayas a ver dos pelis al mes. ;) Luy y yo, de momento, ya llevamos tres: Los 4 fantásticos, Shreck 3, y una maravillosa sorpresa francesa que aquí han titulado Tell no one.
El sábado fuimos a la quedada mensual de Spaniards en el Market Bar. Extrañamente, hizo calor en Dublín (en Cádiz lo llamaríamos «bochorno»), y aunque empezó siendo un día nublado (como no podía ser menos en esta ciudad), al final apareció el sol… (Asun, un sol fuerte y brillante… de ese que estabas esperando los días en que visitaste a tu hijo…).
El domingo, ayer, decidimos que lo mejor era dar un paseo (30 minutos andando) hasta los Jardines Botánicos, que se encuentran en Glasnevin. Ni que decir tiene que me encantaron. Primero porque son gratis, segundo porque de muchos es conocida mi afición a las plantas…
Y poco más. Ese es el resumen de mis últimas semanas.
Oye, a tÑ tampoco se te da mal eso de resumir, ¿no?
Cuando no se tiene mucho que contar, es fácil resumir…