En nuestro segundo día fuimos a Cuenca. Desde Toledo, el Tomtom nos perdió un par de veces, así que decidimos pasar de él y echar mano del teléfono de Luy.
Al llegar al hotel (Parador Nacional) pudimos comprobar que las vistas son maravillosas, a pesar de que yo tuve que cruzar un puente que me hubiera quitado el hipo si lo hubiera tenido. Era eso, o bajar y subir (por ese orden) una cuesta del copón… así que mi cansancio pudo más que mi vértigo… XD.
Ay ese puente, yo también se de unos cuantos que lo pasaron mal cruzándolo… me alegro de que lo pasarais tan bien en el viaje, muchos besos.
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