Mi segundo Good Friday en Irlanda, el primero que paso trabajando.
La verdad, me resulta extraño estar trabajando en un día que yo siempre he dedicado a la Iglesia. Y aunque he decidido que era mejor considerar que estaba sirviendo al prójimo, lo cierto es que no dejaba de pensar que no debería estar ayudando a una de las empresas más ricas del mundo a ganar más dinero aún. Al menos no precisamente el Viernes Santo….
Primero pensé que al ser viernes y por tanto salir a las 15:30h, me daría tiempo a ir al menos a la misa de la Pro-Cathedral… error. Pensar que en Irlanda las misas de Tríduo Pascual tienen el mismo horario que las de España es mucho pedir. Aquí la misa de oficios es a las 3p.m., así que por supuesto no llegaba a tiempo a la Pro-Cathedral. :(
Mañana me toca trabajar otra vez. Empiezo a las 9 de la mañana; hora de salida… indefinida. Pudiera darse el caso de que saliera temprano (temprano = a eso de las 14h)… o pudiera darse el caso contrario, más probable, de que salga a eso de las 16h; y eso sin estar aún confirmado… ya que las últimas noticias fueron de no quedarnos hasta más tarde de las 16h , pero que ya veríamos según la marcha del día… lo que deja la puerta muy abierta…
Lo que tengo claro es que desgraciadamente me voy a perder la oración que mi grupo de la Parroquia de San Francisco Javier celebra cada sábado santo. Me gusta porque narra el descenso de Jesús a los abismos a rescatar a Adán y Eva. Con su muerte no sólo libra a las generaciones futuras… también lo hizo con las anteriores a él. Todos tienen cabida en su reino… siempre hay esperanza.
Para aquellos que como yo no puedan participar en esa oración, les dejo aquí un enlace a la
Homilía antigua sobre el grande y santo Sábado

(Icono de Theófanes de Creta. 1546. Monasterio Stavronikita. Monte Athos. Grecia)